Una consulta frecuente por las madres acerca de las hernias umbilicales en los bebés se refiere a la posibilidad de presentarse desde su nacimiento. Por ello, queremos contarte aspectos que debes tener en cuenta.

Al respecto, si el niño nace con la hernia, en la mayoría de los casos  no es algo grave que amerite solución quirúrgica inmediata; sin embargo, el pediatra  estará atento a su evolución y tomará la decisión adecuada a cada caso particular. 

Para que se presente este tipo de patología  hay factores de riesgo como:

  • El bajo peso del niño al nacer
  • Niños prematuros o con otras enfermedades asociadas
  • Niños con sindromes como Down
  • Malformaciones congénitas de cavidad o de pared abdominal

Este tipo de hernia puede llegar a ser dolorosas sobre todo cuando el niño ya está  un poco más grande y se incorpora a actividades físicas, como el manejo de bicicleta ó la práctica de algún deporte. 

¿Cuáles son los síntomas que indiquen urgencia por hernia umbilical en un niño?

Aunque esta situación de urgencia es poco probable; si se presenta,  es de atención inmediata por ser peligrosa. Los síntomas a considerar son:

  • Dolor abdominal intenso 
  • Irritabilidad. Fiebre
  • Inflamación de la hernia
  • Coloración diferente a lo habitual
  • Deja de ser blanda y pasa a endurecerse
  • Aumento de la sensibilidad en el área de la hernia.

Las hernias umbilicales en los niños se operan a partir de los 2 años porque es la edad en la cual el niño ya tiene su marcha firme, ya camina sin problemas y si esa hernia se iba a cerrar espontáneamente y no ha sucedido, entonces esa es la edad para decidir el momento de operar.

Es importante señalar señalar que si la hernia es excesivamente grande o si hay estrangulamiento del intestino, la cirugía se debe realizar de manera urgente.

Afortunadamente los  niños, en su mayoría, son muy rápidos en su recuperación.

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Para el desarrollo de este post contamos con la asesoría, colaboración y suministro de información de la Dra. Fanny Ramirez, Cirujano Pediatra.

Coautora: Dra. Lidia Colmenarez, Docente jubilada – investigadora UCLA, Doctorado en Educación.